lunes, 13 de febrero de 2012

NIIF: La oportunidad detrás de la obligación

Mario A. Hansen-Holm, Socio

Mientras la mayoría de empresas está ocupada en preparar estados financieros de acuerdo a la nueva normativa, consideramos que la pregunta detrás de este gran esfuerzo debe ser: ¿por el miedo a la sanción o por convicción?

En el 2006, la  Superintendencia de Compañías (SC) tomó una decisión trascendental al establecer que todas  las compañías bajo su supervisión adoptaran las NIIF al preparar sus estados financieros. Esta fue una apuesta sin precedentes al exigir que una normativa diseñada para empresas inscritas en mercado de capitales, usualmente un número muy reducido de muy grandes empresas, fuese socializada al difundirse la aplicación de prácticas, hasta ese momento, reservadas para la élite. 
Así se veía el panorama hasta inicios del 2011, cuando aprovechando la emisión de las NIIF para PYMEs, normativa emitida a fines del  2009 por el Consejo Internacional de Normativa Contable para entidades que sin ser públicas están obligadas a preparar anualmente estados financieros de uso general, la SC estableció que las compañías con ventas menores a US$ 5 millones, activos por debajo de US$ 4 millones y menos de 200 trabajadores, la acogieran para la preparación de sus estados financieros del 2012. Como consecuencia de esta decisión, están las empresas ecuatorianas cerrando sus libros del 2011 en un entorno multinórmico, en el que las que están inscritas en el mercado de capitales (0.5% del total de empresas) presentarán por vez primera cifras de dos períodos preparadas bajo NIIF auditadas, las compañías del segundo grupo (4.5% del total) habiendo presentado cifras bajo NEC auditadas en el 2010, las reexpresarán a NIIF para fines comparativos y someterán a auditoría externa sus cifras NIIF del ejercicio 2011, y las del tercer grupo (el 95% restante) que reportarán al 31 de diciembre del 2011 por última vez en NEC y empezarán este año de acuerdo a lo dispuesto por la norma para pequeñas y medianas empresas. En este contexto particular, observamos a los responsables de preparar la información financiera más preocuados por determinar el desplazamiento cuántico de la vieja normativa a la nueva y presentarlo en la denominada conciliación del patrimonio NEC a NIIF que en la transformación cualitativa requerida para garantizar la continuidad del Sistema de Gestión de Información.

Frente a la observación comentada, somos de la opinión que es necesario que los empresarios abordemos la pregunta planteada, para afrontar este reto y sacar el mayor provecho de este proceso histórico. Por ello, pretendemos aportar a la reflexión, a través de la exposión de los objetivos empresariales y los principios rectores y características enunciadas en el Marco Conceptual de las NIIF, porque todo el extenso andamiaje normativo se sustenta y guarda una filigránica alineación con él.

COSO, uno de los marcos más difundido y respetado por la comunidad de negocios para gestión de riesgos, plantea que una administración debe preocuparse de cuatro objetivos. Estos son cumplir con una estrategia, respetar las leyes, tener procesos eficientes y preparar información confiable oportunamente. Un administrador que tiene claro qué leyes debe cumplir y las cumple, disminuye las contingencias que pueden afectar la continuidad del negocio. Cuando se preocupa de monitorear el desempeño de los procesos y cumplir la estrategia trazada, está persiguiendo utilizar de manera más eficiente los recursos para generar las utilidades que permitan que la empresa perdure. Para poder lograr estos objetivos, debe tener permanentemente información confiable. Es en relación a este último factor, donde las NIIF están llamadas a proporcionar un marco técnico.

Ellas, las Normas Internacionales de Información Financiera en sus dos versiones, se sustentan en dos principios básicos: devengado y empresa en marcha. El primero apunta a que las transacciones se reconozcan en los estados finacieros en un momento determinado (los gastos cuando se conocen y los ingresos cuando son realizados), para garantizar que el conservudrismo prime al establecer los resultados del ejercicio y el patrimonio que le corresponde a los dueños de la empresa. El segundo demanda que la norma sea aplicada  solamente por las administraciones de aquellas empresas, cuyo ánimo siendo el lucro, puedan con certeza razonable hacer una declaración explícita de que se seguirá operando con normalidad en el futuro, para salvaguardar los intereses de los potenciales inversionistas.

En nuestra práctica profesional, quizás porque somos la única firma de auditores en el Ecuador certificada bajo la norma de calidad ISO 9001: 2008, entendemos el proceso de transitar de las NEC a las NIIF como una mejora del alto impacto al Sistema de Gestión de información tendiente a la obtención de Cifras de Calidad. Para que este objetivo sea alcanzado, los equipos administrativos responsables de la elaboración de los estados financieros deben procurar, en todo momento, que las características de calidad sean simultáneamente observadas. Nos referimos a las que denominamos "4C de las Cifras de Calidad": connotación, confiabilidad, comprensibilidad y comparabilidad.

El esfuerzo de la administración, al momento de establecer políticas contables, procesos y sus controles, detalles y revelaciones a ser descritas en las notas, debe sustentarse en criterios de la importancia que el tipo de transacción y los rubros implicados representan en los estados financieros así también cómo para el análisis que realicen las distintas partes interesadas, en su afán de evaluar la salud de la empresa.

La persecución de la anterior característica apuntala a la siguiente. La comprensibilidad de las cifras contenidas en los estados financieros solo puede ser alcanzada cuando los rubros connotables son registrados y presentados en las ubicaciones, que por la convención les corresponde. Por ejemplo, la planta industrial estará incluida en el rubro Propiedad, planta y equipo en el activo no corriente del Estado de Situación.

El velar por las dos anteriores características nos confronta al reto moral que implica generar estados financieros confiables, cuidando diligentemente que cada uno de sus componentes y los elementos de éstos también lo sean. Para que esto sea posible, se tendrán que practicar mediciones conforme lo especifique la norma, requiriéndose en muchas situaciones de la asistencia de terceros, como peritos, en el caso de avalúos; actuarios, en relación a obligaciones de beneficios definidos como la jubilación patronal; y, asesores legales para la calificación de las contingencias en remotas, mediana y altamente probables. El imcumplir esta característica invalida a las demás, y solamente habiéndola observado permite evaluar a la cuarta, es decir a la comparabilidad.

La comparabilidad de los estados financieros de una empresa debe realizarse en dos sentidos. Al interior de la empresa al comparar las cifras de un período con las de otro, para apreciar la evolución en términos absolutos,  y al exterior, con otras empresas competidoras, para comparar el desempeño relativo. Esto será factible solo si existe un firme compromiso de aplicar las políticas contables consistentemente en el tiempo por todas las compañías que operan en un mismo sector.

Conclusiones y recomendaciones

Las NIIF han abierto en el país un sano debate acerca de la función de la contabilidad como principal herramienta de control interno con que cuenta el empresario, para poder administrar los negocios de la entidad.

Siendo el objetivo de las empresas el ánimo de lucro conscientes de su Responsabilidad Social, deben cumplir con el organismo de control societario sin descuidar la necesidad de generar información que permita la eficiencia en el uso de recursos, en un entorno de mejora continua.

Las NIIF han sido concebidas para estar al servicio de la empresa y no puede ser aceptable, bajo ninguna circunstancia, lo contrario. No obstante esto, debe entenderse que las Cifras de Calidad son el resultado de la ética conducción de los negocios.

Las empresas deben superar la fase de medición y registro de impactos de la transición de normativas y trabajar en el establecemiento o fortalecimiento de los procesos, para garantizar la continuidad del Sistema de Gestión de Información bajo NIIF.

Por lo anteriormente expuesto, consideramos que los empresarios debemos cumplir con el requerimiento del organismo de control, y al hacerlo apropiadamente vamos a contar con una herramienta que nos va a proporcionar información de mayor calidad, con la cual posiblemente se facilitará nuestro proceso de toma de decisiones, auméntandose significativamente nuestras probabilidades de éxito.

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