lunes, 27 de agosto de 2012

Los triunfadores dominan su tiempo


Ivy Lee (1877-1934), consultor estadounidense, pionero en visualizar la importancia de las relaciones públicas en las empresas. Por eso, fundó en 1904 el primer despacho de RR.PP. en Nueva York. Dos años más tarde, coincidiendo con un período de huelgas, la industria del carbón solicitó sus servicios. Él aceptó con la condición de tener completa libertad para comunicar a la prensa de forma clara y precisa toda la información relevante. Este planteamiento era revolucionario en una época en la que los periodistas manipulaban la información a cambio de dinero. Su estrategia para mejorar las relaciones entre las empresas tanto con sus empleados y la comunidad  se basó en presentar los hechos desde todos los puntos de vista. De esta forma, logró naturalizar el suceso y evitar crear mayor expectativa, a la vez que se inició la era de la libre información.


Entre los otros aportes que hizo a las RR.PP. se considera que rompió con la confusión entre esta disciplina y publicidad, puso en marcha el llevar a cabo acciones ofensivas y no solo defensivas y planteó el mecenazgo para humanizar a los empresarios y sus negocios.
Se comenta que en una ocasión estaba almorzando con Charles M. Schwab, magnate del acero, cuando éste le planteó un gran desafío al decirle: “Muéstreme la manera en que pueda lograr hacer más cosas con mi tiempo y le pagaré el honorario que usted desee, dentro de lo razonable”.Entonces, él le dio una hoja en blanco y le sugirió: “Escriba cada noche todas las cosas que tenga que hacer al otro día y numéralas por su orden de importancia. Por la mañana, lo primero que debe hacer es empezar a trabajar con la tarea número 1 de su lista, finalizarla y tras ello comenzar con la número 2, terminarla y continuar con la número 3… así sucesivamente”.

Contando con su atención, continuó: “No se sienta preocupado si no logra terminar todas las actividades que había escrito en su lista. Cuando termine el día, deséchela y elabore una nueva con las obligaciones del próximo día”. Y finalizó: “Si con este método no puede hacer que su tiempo se aproveche de mejor manera, no podrá hacerlo con ningún otro. Pruébelo durante unos días y luego págueme lo que usted considera que vale este consejo”.
Unas semanas después, Schwab le envió un cheque por 25 mil dólares. Unos años más tarde, reconoció que esa fue la lección más importante y rentable que pudo aprender en toda su carrera empresarial y de negocios.


Se le atribuye, entre otras muchas, la siguiente expresión:
 
Decir siempre la verdad.

 

Reflexionando al respecto twittié:

"El CPA siempre registrará las transacciones íntegramente de acuerdo a las NIIF".



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