Diógenes de Sínope (412 a.C- 323 a.C.). Filósofo griego,
discípulo de Antístenes, fundador de la escuela cínica, que considera a la
civilización y su forma de vida como un mal, y que la felicidad viene dada
siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. Llevó las concepciones de
su maestro hasta las consecuencias más
extremas, al rechazar todos los avances de la civilización y exhortar a limitar
la satisfacción de las necesidades a las indispensables y de carácter animal.
Se comenta su encuentro con Alejandro Magno cuando este
se dirigía a la India. Era una mañana de invierno, soplaba el viento y Diógenes
descansaba a la orilla del río, sobre la arena, tomando el sol.
Fue Alejandro quien empezó la conversación así:
— Yo soy Alejandro
Magno.
— Y yo, Diógenes
el cínico.
Alejandro entonces le preguntó de qué modo podía
servirle. El filósofo replicó: "¿Puedes apartarte para no quitarme la luz
del sol? No necesito nada más."
— ¿No me tienes
miedo?
— ¿ Eres bueno o
malo?
— Por supuesto que
soy bueno.
— Si eres bueno,
no hay razón para temerte.
Impresionado con el dominio de sí mismo de Diógenes,
Alejandro expresó: "Si tengo una nueva oportunidad de regresar a la
tierra, le pediré a Dios que no me convierta en Alejandro de nuevo, sino que me
convierta en Diógenes”.
Diógenes rió y dijo: “¿Quién te impide serlo ahora?
¿Adónde vas? Durante meses he visto pasar ejércitos, ¿a dónde van, para qué?”.
— Voy a la India a conquistar el mundo entero.
— ¿Y después qué vas a hacer?
Alejandro contestó: “Después voy a descansar”.
Diógenes se rió de nuevo y dijo: “Estás loco. Yo estoy
descansando ahora. No he conquistado el mundo y no veo que necesidad hay de
hacerlo. Si al final quieres descansar y relajarte ¿por qué no lo haces ahora?
Y te digo: Si no descansas ahora, nunca lo harás. Morirás. Todo el mundo se
muere en medio del camino, en medio del viaje”.
Alejandro se lo agradeció y le dijo que lo recordaría,
pero que ahora no podía detenerse. Alejandro cumplió su destino de
conquistador, pero no le dio tiempo a descansar antes de morir.
Se le atribuye, entre otras muchas, la siguiente expresión:
“El movimiento se lo demuestra andando.”
Reflexionando al respecto twittié:
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