Se comenta que un discípulo de
Confucio preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica lo que he aprendido?”
Confucio respondió:
“Todavía te estoy enseñando. Espera el momento adecuado”. Al momento, otro discípulo preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica lo que he aprendido?”. “Inmediatamente”, respondió. “Maestro, no actuáis con justicia”, se quejó el primero. “El sabe tanto como yo y no le prohíbe actuar”. “Un buen maestro conoce la esencia de sus alumnos –dijo-, frena a aquel que es demasiado osado y empuja al que no sabe andar con sus propias piernas”.
“Todavía te estoy enseñando. Espera el momento adecuado”. Al momento, otro discípulo preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica lo que he aprendido?”. “Inmediatamente”, respondió. “Maestro, no actuáis con justicia”, se quejó el primero. “El sabe tanto como yo y no le prohíbe actuar”. “Un buen maestro conoce la esencia de sus alumnos –dijo-, frena a aquel que es demasiado osado y empuja al que no sabe andar con sus propias piernas”.
“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes. ”
Reflexionando al respecto twittié:
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