lunes, 11 de junio de 2012

El líder alienta a sus colaboradores considerando su singularidad


Confucio (551 a.C. - 479 a.C.), pensador chino. Antes de él, el gobierno central sufrió un proceso de degeneración y decadencia. Él lamentaba el desorden de aquellos tiempos. Cuando se convirtió en magistrado de Zhongdu y al ser nombrado para ejercer en Lu un cargo equivalente al de ministro de Justicia, estableció reformas que condujeron a una administración caracterizada por su imparcialidad y a la práctica erradicación del crimen. 

Se comenta que un discípulo de Confucio preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica lo que he aprendido?” Confucio respondió:

“Todavía te estoy enseñando. Espera el momento adecuado”. Al momento, otro discípulo preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica lo que he aprendido?”. “Inmediatamente”, respondió. “Maestro, no actuáis con justicia”, se quejó el primero. “El sabe tanto como yo y no le prohíbe actuar”. “Un buen maestro conoce la esencia de sus alumnos –dijo-, frena a aquel que es demasiado osado y empuja al que no sabe andar con sus propias piernas”. 

Se le atribuye la siguiente frase: 
Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.

 

Reflexionando al respecto twittié:

Si estando establecidas las tareas para la implementación del SGI bajo NIIF, no se realizan; la organización estará seriamente afectada.


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