miércoles, 27 de junio de 2012

Los empresarios hablan con obras

Santa Catalina de Siena  (1347–1380), fue una religiosa católica. El Vaticano la reconoce como copatrona de Europa e Italia y Doctora de la Iglesia Católica. No tuvo una educación formal. 
Desde muy temprana edad mostró su gusto por la soledad y la oración.

En cierta ocasión, encontrándose enferma, se enteró de que había una viuda muy pobre con hijos por alimentar. Santa Catalina hizo un gran esfuerzo, se levantó y, cuando aún no había amanecido salió con comida para aquella familia. Con gran esfuerzo, logró llegar y descargó los víveres intentando marcharse sin que se enteren, pero al hacer ruido despertó a la mísera ama de casa. Catalina quiso huir, entonces, se quejó filialmente al Señor: 

-¿Quieres hacer saber mis tonterías a cuantos hay aquí? Y ordenó a su cuerpo hacer un nuevo esfuerzo:-¡Camina, aunque tengas que morir! Intentó arrastrarse hasta afuera, pero la beneficiada logró reconocerla finalmente.

Se le atribuye entre otras muchas la siguiente expresión: 
Nada grande se ha conseguido sin gran perseverancia.

 
Reflexionando al respecto twittié:

Ninguna empresa ha alcanzado hitos trascendentes en el desarrollo de sus Sistemas de Gestión de Información sin la perseverancia del equipo.


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